Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

5 mitos de la moda bajo la lupa

Seguro lo has escuchado: nunca uses rayas horizontales. No uses grandes estampados. No te pongas blanco de la cintura para abajo. Pero, ¿quién dice que es cierto?

Cuando estabas creciendo, tu madre y tus amigas posiblemente te dieron el consejo sobre ciertas cosas que nunca deberías usar, como rayas, cuadros escoceses, o estampados.

“Ya no se ven bien en ninguna persona, así que evítalos a como dé lugar”, te decían.

Pero, ¿realmente deberías hacerlo? ¿Esas antiguas reglas continúan aplicándose para todas las mujeres del planeta? Desde luego que no.

Como tantas cosas en la moda, todo depende de ti: de la forma de tu cuerpo, de tu peso, y de los objetivos que tienes para tu imagen personal.

Tomémonos un instante para mirar de cerca —y en detalle— cinco de estos mitos:

Nunca uses rayas horizontales

“Si usas rayas horizontales, éstas ensancharán visualmente cualquier parte del cuerpo donde se ubiquen” señala el saber popular.

Si tienes poca espalda, pechos pequeños, o caderas escasas, usar rayas horizontales ensanchará visualmente esas áreas. ¿Quieres hacer notar un busto imperceptible o pretendes que tus caderas mezquinas luzcan un poco más armoniosas? Utiliza rayas horizontales en esas partes del cuerpo.

En cualquier caso, si tiene busto, cintura o cadera generosos, usar líneas horizontales sólo conseguirá hacerlos parecer más grandes. Intenta colores sólidos o líneas verticales en lugar de enfatizar esas partes que no te gustan.

Nunca uses grandes estampados

Los estampados grandes pueden lucir geniales —o espantosos— dependiendo de tu talla y peso. Es una de esas reglas de proporción:

·         Si eres pequeña y usas algo grande, lucirás más pequeña.

·         Si eres exuberante y usas algo chico, parecerás más grande.

En consecuencia, usa estampados pequeños su eres chiquita, estampados grandes si eres exuberante, y estampados de tamaño promedio si eres una mujer… promedio. Si sigues estas reglas, estará todo bien con el uso de estampados.

Nunca mezcles patrones o estampados

Definitivamente, este mito puede ser engañoso. De hecho, pide que levanten las manos a aquellos que creen que los patrones y los estampados no deben combinarse, y verás cuántos son.

Sin embargo, si lo haces en forma apropiada, puedes lucir grandiosa. La clave pasa por crear armonía entre los colores o diseños. Veámoslo más claro:

·         Si los colores son distintos, entonces el diseño debería ser el mismo.

·         Si los diseños son diferentes, los colores deberían ser los mismos.

·         Varía la escala. Si un estampado tiene formas grandes, el segundo estampado deberá ser más pequeño.

Los hombres hacen esto todo el tiempo con sus remeras, trajes y corbatas, al igual que hacen los diseñadores de interiores con los empapelados, ribetes, tapizados.

Simplemente estudia las diferentes combinaciones e intenta algunas por cuenta propia.

Nunca uses texturas abultadas

Al igual que las rayas horizontales, las texturas abultadas suelen hacernos ver más exuberantes. Lentejuelas, pieles, y los sweaters tejidos, y otros por el estilo suelen agregar volumen al cuerpo.

Esto puede ser correcto si eres pequeña y quieres agregar un poco de masa a tu cuerpo, pero será una calamidad si quieres esconder esos kilos de más que tienes desde el último embarazo. Ten cuidado en cómo y dónde usas las texturas.

Nunca uses blanco de la cintura para abajo

Dado que los colores claros hacen que lo que están cubriendo se vea más voluminoso, muchas mujeres con grandes caderas evitan usarlos de la cintura para abajo.

Sin embargo, hay algunas formas sencillas de poder hacerlo:

·         Vístete de blanco de pies a cabeza. Los colores monocromáticos te harán parecer más delgada y alta.

·         Usa líneas verticales para distraer. Agrega una camisola larga, una bufanda larga, o una cadena larga para atraer la atención de arriba abajo en lugar de un costado a otro.

Como ocurre con todo en la moda, la clave para vestirse bien es entender tu cuerpo. Una vez que entiendas —y aceptes— el material que tienes para trabajar, comprar y usar prendas se convertirá en un asunto simple de eliminación.

Hay cosas que van contigo y cosas que no. En pocas palabras, debes crear tus propias restricciones, y no confiar en lo que los demás puedan decirte.

¿Crees que esa barriguita bien cultivada hará que ninguna prenda te vuelva a sentar apropiadamente? ¿Te sientes rara cada vez que te miras al espejo y ves que el 80% de tu cuerpo son “piernas”?
Si es así, necesitas esta guía gratis para disimular los defectos con la vestimenta adecuada