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Cómo ayudar a una persona depresiva sin deprimirse

La depresión no sólo afecta a quien lo padece, sino también a quienes lo rodean. Por ello, la pregunta crucial es: ¿Cómo ayudar a una persona depresiva sin deprimirse en el intento?


La
depresión es una de las enfermedades psicológicas más comunes en estos días.
Muchas pueden ser las causas por las que una persona se deprime: falta de
placer, de motivación, de proyectos, tendencia a la inactividad, no interactuar
con otras personas, etc. También existen las llamadas depresiones más leves que
se manifiestan en personas poco optimistas o ciclotímicas (un día están bien y
al otro se deprimen).


Lo que
nunca hay que hacer es abandonar a esa persona ni tampoco compadecerla. No hay
que pensar que es un enfermo y requerir todo el tiempo de que haga algo para
salir de la depresión: no se puede esperar que ponga fuerza de voluntad porque
una de las cosas que la depresión quita es –justamente- la fuerza de voluntad.
En lugar de ello, es importante tratarlo como a cualquier persona y poder
incentivarlo para que se levante de la cama.


No
siempre dan resultado estos procedimientos, por eso cuando la depresión se
agrava o se alarga es imprescindible consultar a un profesional. Porque hay que
diferenciar una depresión reactiva a sucesos puntuales como la pérdida de un
ser querido o quedarse sin trabajo, de las depresiones profundas que pueden ser
alteraciones del sistema psíquico de esa persona y en casos extremos puede
llevar al suicidio.


En
muchos casos la terapia familiar o grupal es una buena alternativa para que esa
persona salga adelante, pues los problemas de los otros pueden llevar muchas
veces a que uno se anime a contar el propio y entre todos se contengan.
Pero siempre será necesaria al mismo tiempo una terapia individual, y la
consulta a un psiquiatra


El tema
es comprometerse en seguir un tratamiento y ayudar a la persona depresiva a que
se comprometa también.


Es
imprescindible evitar la lástima, no tratarlo como a un chico sobreprotegiéndolo
y cediendo a todos sus caprichos, pues sólo se le estará dando un beneficio
secundario a sus síntomas, lo que hará más difícil combatirlos. Sin
sobreexigirlo, es aconsejable plantearle las consecuencias de todo lo que está
haciendo para autodestruirse (dejar el trabajo, no consultar al médico, no
bañarse, etc.).

Los familiares o amigos no tienen que
seguirle la corriente al depresivo, sus vidas no tienen que girar en torno a
él, en todo caso el que se fue y se apartó es el depresivo y él es el que tiene
que volver, que toda la ayuda que para ello pueda necesitar, que es siempre –y fundamentalmente-
profesional.
 


Consejos
útiles para ayudar a una persona depresiva

 



·



Saber escuchar el porqué está deprimido. Si no se puede encontrar una
respuesta, buscar ayuda profesional.



·
 Pedir a la persona deprimida para que ayude en las tareas diarias de
la casa. Ayudarlo a reconectarse con las cosas que antes lo hacían feliz o
formaban parte de su rutina puede ser una buena manera  de que se reincorpore a la vida normal.



·
 Hacerle conocer las consecuencias de lo que está haciendo.



·
 No sobreprotegerla, ni compadecerse, de modo que pueda seguir autoabasteciendose
y no se refuercen los síntomas.



·
 Seguir adelante con el ritmo normal de la vida, sin que la persona
depresiva influya en ella.

 

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