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¿Cómo conservar los alimentos en verano?

Cuando hace mucho calor, los alimentos se deterioran más rápidamente. La protección se torna imprescindible y la manipulación debe ser más cuidadosa que de costumbre. ¿Cuáles son los recaudos que hay que tomar?


Las altas temperaturas provocan la proliferación de bacterias. Hay que ser muy
cuidadoso y si un alimento huele mal, lo más indicado es desecharlo ya que es la
viva señal de que no se debe consumir.


Una de las alternativas más útiles es la de envasar los
alimentos al vacío. Se guardan los alimentos en un frasco de cristal o bolsa de plástico.


También son muy recomendables las máquinas envasadoras que se pueden conseguir a
un buen precio y cumplen la labor profesionalmente.


Algunas sugerencias a la hora de adquirir los productos y su tratamiento en el
hogar:


Es conveniente dejar la comprar de los alimentos congelados para el final. Una
vez que se ha llegado al hogar, se deben guardar en primer lugar para evitar
romper con la cadena de frío.


Si aparece hielo alrededor del producto significa que el proceso de conservación
se ha dañado. Es importante mirar muy bien los productos frescos que se compran
como las frutas o las verduras y revisar que no tengan moho ni estén golpeadas y
antes de consumir estos productos, deben lavarse con abundante agua fría.


Los envases de plástico, (tupper) son muy útiles para
conservar una comida
que
haya sobrado. Se mantiene libre de olores y preserva los nutrientes por más
tiempo.


La comida dentro de la nevera que ha sido ya empezada debe envolverse siempre
con papel aluminio, transparente o sellada herméticamente dentro de estos
envases de plástico duro.


Si se contará con comidas o postres que deben permanecer fuera de la nevera, no
deben estar al aire libre para que los insectos que durante el verano se hacen
presentes acudan a la comida y la dañen.


Siempre deben estar a buen resguardo y también estar cubiertos ya sea por una
tapa de cristal o papel especial.


Se debe tener especial cuidado con estos alimentos:


1.- Huevos: hay que mantenerlos en un lugar fresco, pero si hace mucho calor, lo
ideal es conservarlos en la nevera. Si se desea elaborar mayonesa casera, es
conveniente elaborar la cantidad necesaria y no guardar lo que sobra. Las
tortillas deben estar bien cuajadas.


2.- Frutas y verduras: antes de ingerirlas deben lavarse muy bien. Un buen
consejo es colocarlas en remojo y agregar al agua unas gotas de lejía.


Aclarar luego con abundante agua. La lejía debe ser para uso alimentario. Las
frutas que contienen semillas pequeñas tienen que conservarse en la nevera y
consumirse rápidamente ya que el calor las daña en cuestión de horas.


3.- El pescado debe ser muy fresco y si tiene un aroma muy fuerte es mejor no
comprarlo.


4.- El aspecto de la carne de ternera debe ser bien rojo y no marrón. Siempre
debe ser conservada en la nevera o congelador. La carne de ave no resiste bien
el calor por lo que el consumo debe ser inmediato.


5.- Los embutidos deben conservarse siempre en la nevera y si han sido
empezados, hay que colocarlos dentro de envases plásticos herméticos y en lo
posible, se recomienda no mezclar un embutido con otro, sino tenerlos separados
en diferentes tuppers o bolsas plásticas.


Todos los alimentos deben ser protegidos de la luz solar y el calor. Lo indicado
es mantenerlos en un lugar fresco ya sea dentro de la nevera o congelador.


Aquellos que deben estar a temperatura ambiente porque serán consumidos
rápidamente, deben permanecer en un lugar fresco, lejos del sol y la claridad.