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Coprofagia en perros: ¿qué hacer?

‘Soy propietario de un bagle de casi 5 meses y tomo el habito de comer la materia fecal después de cada deposición. A pesar de tratarlo con coprofagia ya casi dos meses no puedo cambiar esa costumbre. ¿Qué otra cosa me recomiendan?’

Respuesta:

Coprofagia canina

Lo primero que hay que tener en cuenta que la coprofagia es un habito frecuente en los cachorros que va desapareciendo con el tiempo, y que, en términos generales, no representa mayor peligro para su salud (aunque resulte desagradable para sus amos).

Una de las primeras cosas que hay que replantearse en estas circunstancias es la dieta de su perro.

La coprofagia suele darse en animales de compañía que tienen buen apetito y están sometidos a una dieta restringida; también la falta de nutrientes esenciales, especialmente de vitaminas puede inducir a la coprofagia.

Si la dieta es adecuada, hay que:

– Impedir que los animales tengan acceso a las heces. El jardín se debe limpiar asiduamente y sin que el perro lo vea.

– En los paseos el perro debe ir sujeto con una correa y si intenta oler o ingerir las heces de otros perros se le debe administrar un castigo positivo o sea una corrección verbal severa (¡NO!) y al mismo tiempo se da un tirón rápido de la correa.

– Si el animal está suelto es eficaz el lanzamiento cerca del animal de algún objeto (la correa, agua) para disuadirlo cada vez que intente comer heces.

También la aplicación con un pincel de sustancias como salsa tabasco y similares o pimienta en las heces que haya en su paseo habitual, hará que el animal viva una mala experiencia al querer comerlas.

– Mantenerlo ocupado con juguetes estimulantes es otra forma de evitar que salga en busca de excrementos para oler e ingerir.

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