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Diez pasos para hacer de su hogar un lugar más seguro

¿Se ha detenido a pensar seriamente si su hogar es un lugar completamente seguro? Muy probablemente su casa tenga algunos puntos débiles. Sepa con esta nota cuales son, y como solucionarlo.

Mucha gente no piensa en la
seguridad
dentro de su propio hogar sino hasta después de que hayan entrado a robar a su
casa. De hecho, uno toma al hogar como el resguardo del mundo exterior, un lugar
“naturalmente” seguro.

Pero, paradójicamente, es justamente esta sensación la
que provoca que pasemos por alto los métodos de prevención. Según ciertas
estadísticas, tan solo el 25 por ciento de los robos al hogar implica una rotura
de picaportes o entrada forzada.

En efecto, la mayoría de los ladrones acceden a
través de puertas abiertas, o bien abriendo ventanas mal cerradas. En este
artículo, le ofrecemos diez sugerencias para que su hogar pueda convertirse en
una verdadera fortaleza contra los intrusos.

Diez pasos para lograr una buena prevención


1. Eche una mirada alrededor de toda su casa para encontrar algún punto por el
cual alguien podría ingresar fácilmente.
Si tiene algún tipo de
problemas para abordar a una conclusión, pregunte a algún amigo o vecino, para
que le den su punto de vista.

Esto tendrá el agregado de ser más objetivo, pues
ellos no viven en el hogar. Por ejemplo, usted podría no percatarse, por el
hecho de verlo como algo natural, pero dejar la puerta del garaje abierto
mientras hace algún trabajo que implique retirar herramientas de éste lugar,
puede ser una excelente oportunidad para los cacos.


2. Controle todas sus puertas de acceso al hogar.

Si las puertas no son de metal o madera sólida, un ladrón podría voltearlas
fácilmente con el pie.

Considere sustituir cualquier puerta que esté fabricada
mayormente en vidrio. Las puertas blindadas son sin ningún lugar a dudas la
mejor protección, puesto que además de su fortaleza intrínseca, vienen con
llaves especiales que sólo se pueden reproducir en la fábrica misma.


3. Asegúrese de que todas las ventanas tengan cerraduras que funcionen bien.

Si éstas se dejan parcialmente abiertas de forma regular, deben tener algún tipo
de rejas o cerradura que eviten que puedan ser abiertas completamente desde el
exterior.

Otra opción más económica, es instalar un seguro en el marco de la
ventana, para que ésta, directamente, no pueda ser abierta completamente. Sin
embargo, este seguro debe poder ser removible, para que los miembros de la
familia puedan abrir la ventana para escapar en caso de incendio.

Un pasador de
metal insertado al costado de la ventana, es también un método fácil y económico
para asegurar una ventana o una puerta corrediza. Una distracción muy común, es
dejar las ventanas abiertas por el hecho de salir del hogar por “sólo algunos
minutos”. Los ladrones son muy rápidos, y un par de minutos pueden serles más
que suficiente.


4. Tener alarmas contra robo, no es una garantía absoluta de seguridad, pero
puede ayudar mucho.
Como la mayoría de los “intrusos” son
aficionados, y no conocen ninguna técnica para neutralizar estos sistemas, las
alarmas pueden ser un elemento muy eficaz. Una alarma, sin embargo, no debe ser
utilizada como un sustituto de las cerraduras u otros medios de seguridad.

Muchas veces, tener simplemente un cartel o una calcomanía que especifique la
existencia de una alarma, desalentará al ladrón a cometer el robo. Si adquiere
un sistema de alarmas, haga el esfuerzo de saber bien todas sus características
y formas de utilización. Asegúrese de que los sensores cubran todas las áreas
vulnerables, y que estén en correcto funcionamiento; además, pruebe el sistema
regularmente.


5. El jardín puede ser también parte de la prevención contra los robos.

Las plantas pinchantes o espinosas en la parte delantera de las ventanas pueden
desalentar a los ladrones. Corte también los arbustos y los árboles que bloquean
la visión de los vecinos o desde la calle, y considere que las cercas sean
abiertas, antes que cerradas, de modo a los delincuentes les sea más difícil
ocultarse.

La iluminación exterior es también muy importante. Asegúrese de que
todas las luces de entrada se enciendan correctamente. Considere instalar luces
con sensores fotoeléctricos, que se prendan automáticamente cuando detectan
algún movimiento cercano.


6. Incorpore hábitos de seguridad.
Instruya a los chicos
para que no contesten la puerta, especialmente si están solo en la casa.

Señáleles que, cuando contesten el teléfono, deben decir "mis padres están
ocupados", en vez de decir que no están en casa. Asimismo, cambie el mensaje del
contestador automático para grabar que usted está ocupado, y que no puede
atender el teléfono, antes de decir que en ese momento no está en casa. Cuando
cualquier extraño llame a la puerta, pídale una identificación antes de
permitirle la entrada.

Si alguien le pide utilizar el teléfono, lléveles su
celular o teléfono inalámbrico, antes que dejarlo entrar a su hogar. Asegúrese
de que las puertas y ventanas estén siempre cerradas durante la noche, o cuando
no está en su casa.


7. Cuando se ausente de su hogar por un período largo, haga ver a su casa
ocupada.

Si es posible, mantenga un coche estacionado en la vereda. En vez de cancelar el
recibo de correo y la suscripción del periódico, haga que un amigo de  confianza
o vecino los tome por usted.

Si es necesario, arregle con alguien para que se
encargue de cortar el césped y las plantas. Utilice temporizadores automáticos
para que se enciendan y apaguen las luces interiores, pero cierre todas las
ventanas y cortinas.

Apague el timbre de los teléfonos y baje el volumen de los
contestadores automáticos. Si su contestador automático se puede controlar a
distancia, chequee los mensajes regularmente: muchos "bips" señalan que no se
han contestado mensajes durante mucho tiempo. Evite hablar sobre sus planes de
vacaciones o salidas con cualquier persona que no necesite saberlo.


8. No ponga a la vista los objetos de valor.
Nunca es bueno que, desde
el exterior, se puedan ver su televisor 29 pulgadas o la computadora personal de
sus hijos. Trate de ubicar los objetos de valor en habitaciones que no den a la
calle, o, caso contrario, polarice las ventanas o coloque cortinas de palillos. 


9. Los vecinos pueden ser su mejor defensa contra los robos a su casa.

Pídales a sus vecinos que echen vistazos regularmente a su vivienda, y ofrézcase
para hacer lo mismo cuando sean ellos los que salgan. Organice con ellos un plan
de vigilancia, e intercambien sus teléfonos, fijos y celulares, para cualquier
eventualidad.


10. En conclusión.
Sin importar cuan seguro pueda parecer su
barrio, siempre habrá un potencial de contra su hogar, o incuso otro tipo de
delito residencial. Sea observador, utilice el sentido común, e incorpore
hábitos de seguridad. Prevenirse de un robo es mucho más económico, tanto
emocional como financieramente, que sufrir sus consecuencias.