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El árbol primero, así lo indica la naturaleza

Quienes quieren planear un espacio abierto deben tener en cuenta ciertos detalles fundamentales. De no hacerlo, la micro ecología del lugar podría verse afectada.

Diseñar
un paisaje tiene la complejidad de cualquier estructura edilicia o arquitectónica,
sin embargo, para delinear un jardín hay dos pasos fundamentales: ubicar la
posición que tiene o tendrá el árbol, como núcleo del bosquejo definitivo y
luego acompañarlo con plantas, senderos, espejos de agua y otros elementos,
naturales de cualquier horizonte.

Cuando
un profesional planifica gráficamente un jardín establece la posición del árbol
como centro del equilibrio en el conjunto. Según su ubicación desarrolla a su
alrededor el contexto.

Sin embargo un experto en el tema, tendría en cuenta,
además, la altura del árbol, la proyección de su copa y las características
de su follaje, ya que las dimensiones de ese elemento dentro del paisaje, son
fundamentales en todo sentido para poder proyectar sombras y luces, y que tipo
de flores podrían rodearlo, según las características del árbol.

Y
además de determinar, el contexto, el árbol
simboliza el lugar y el clima, la
costumbre ecológica de la zona, es un elemento único y predominante, nos
muestra también las costumbres del hombre, muchas veces, acompañado por su
sombra o frescura y aroma.

Y
así como el hombre, el árbol se presenta en la
naturaleza de tres maneras
diferentes, en forma de bosque de coníferas; como bosque mediterráneo (con
bastante espacio entre uno y otro) y con una mezcla de especies bastante
particular; y por último como
en la estructura pampeana: muchas extensiones de gramíneas combinadas por
aislados ejemplares de característica fornidas, como en el caso de la pampa y
el ombú, bajo cuyas sombras es un deleite refugiarse.

Ya
se sabe entonces que quien busque un perfecto diseño de un jardín, en donde la
armonía sea la característica del lugar, y el tema ecológico este bien
resuelto, debe tener en cuenta que el árbol es el sol del universo, y que a su
alrededor debe girar todo.
Así
lo indica la naturaleza.