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Informe especial: el mal de la vaca loca

Todo lo que debe saber sobre la también llamada Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en los humanos y encefalopatía espongiforme bovina en los animales.

La
enfermedad
de la vaca loca es una enfermedad producida por proteínas con
modificaciones estructurales llamadas priones, que ataca el sistema nervioso de
las vacas produciendo un cuadro característico en el que se vuelven incapaces
de mantenerse paradas, se caen y adoptan un comportamiento extraño.

Esta
situación se observó entre granjeros que alimentaban a su ganado con harinas
de carne bovina. En éstos el período de incubación es de 6 a 7 años, con un
alto porcentaje de mortalidad, de alrededor del 100%.

El
contagio a los humanos (Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob) se produce por la
ingesta de productos contaminados, por trasplantes o implantes de órganos, por
transfusiones con sangre de personas afectadas y a través de la placenta cuando
una embarazada está enferma.

El
cuadro se caracteriza por depresión, pérdida de la memoria, de la coordinación
y de otras funciones como la visión y el habla a medida que la enfermedad
progresa hasta que se produce la espasticidad.

Los
priones o proteínas alteradas, atacan las células nerviosas y alteran las
membranas que rodean las células, de esta forma cuando tomamos una biopsia (único
medio de diagnóstico definitivo) del tejido cerebral observamos que tiene el
aspecto de una esponja, de ahí viene el nombre de encefalitis espongiforme
bovina.

En
humanos el curso de le enfermedad rara vez supera el año desde que se inician
los síntomas, es de evolución subaguda o crónica pero progresiva y puede
durar hasta 20 años. Actualmente hay denunciados 100 casos en Europa con un 80%
de mortalidad.

Hasta
el momento en toda Europa se aconseja no consumir carnes ni alimentos que
contengan derivados de las mismas, en un principio la leche fue aprobada para
consumo humano pero la ministra alemana Kunast, informó que según estudios
practicados podría ser peligrosa la ingesta de productos lácteos derivados de
vacas enfermas.

La
Argentina ha prohibido la importación de alimentos que contengan derivados de
vaca, cabra u oveja (ovinos alimentados con lactancia materna o polvo de hueso
contaminado con el agente Serapie), potencialmente existe la posibilidad de
incluir en la prohibición la leche en polvo y los helados. La inclusión se
refirió a los denominados productos de riesgo de contagio alto y medio. 

Es
importante saber que el cerdo no está implicado en ésta enfermedad por lo cual
su consumo no puede producirla.

Aun no se prohibió el ingreso de productos lácteos
pues la organización Mundial de la Salud no los considera peligrosos, pero
desde diversos medios se sugiere a la población que se abstenga de incluirlos
en sus dietas.

Los
consumidores europeos rechazan alimentarse no solo con productos derivados del
ganado europeo (afectado por éste mal) sino también de productos de
continentes como el americano, australiano y Nueva Zelandia que hasta ahora no
han registrado casos. Hasta ahora la disminución se estima en un 47%.

Los
productos más peligrosos