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La violencia familiar y la escuela

¿Qué sucede con aquel adolescente que no llega a percibir cierta contención familiar que le permita aunque sea comenzar a transitar el camino de la mejor manera posible entre los tantos tormentos de la sociedad moderna?, y ¿qué rol juega la escuela ante este problema?

Un poco de teoría sobre violencia familiar

En el proceso de investigación del término violencia, me he encontrado con la opinión de varios autores, que se remiten al termino violencia como:
"La violencia es una acción ejercida por una o varias personas en donde se somete de manera intencional al maltrato, presión sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad, tanto físico como psicológica y moral de cualquier persona o grupo de personas".

"La violencia es la presión psíquica o abuso de la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima".

“Aquellas conductas que se escapan de su cauce, como un río que se desborda e inunda lo que encuentra a su paso, causando estragos (Rubí Inc)”

En dichas situaciones se generan sentimientos de tensión en los cuales operan sensaciones tales como el terror, la desesperanza y el acostumbramiento a dichas situaciones  reiteradas que tienden a la repetición de situaciones de carácter violento.

La violencia puede ser ejercida de diversas maneras: física, simbólica o psicológica, pero convergen en un punto en común que es la trasgresión de los límite físicos y psíquicos del sujeto por lo cual entiendo que dicha situación es de a dos (bí-corporal pero trí-personal), y si bien hay alguien que desencadena cierta situación hay otro que le da lugar.

Hay quienes mantienen que el ser humano es violento por naturaleza, con lo cual no coincido, creo que es una conducta aprehendida que en cierto momento hace eclosión y deviene en síntoma, con lo cual, nos remitimos a situaciones vividas en el seno familiar , como primer ámbito de socialización del sujeto, el niño incorpora modelos de conducta que luego va a repetir , proceso transferencial de por medio, en este segundo ámbito de socialización del sujeto que es la Institución Escuela, que va a marcar el interaccionar del mismo con el mundo externo.

Pero podemos agregar también como medio de propagación de conductas, los medios de comunicación a los cuales accede hoy en día el sector adolescente, por lo que reproducen situaciones y escenas con diversos grados de violencia en la televisión y a toda hora, como así también los juegos cibernéticos de moda en los cuales la única temática o acción a desarrollar en los mismos sería “el matar para llegar a….”.         

Acerca de la Institución Escuela y la Familia

Algunas afirmaciones extraídas de recortes periodísticos del diario Clarín…: 

“….tener estudios ya no garantiza un ascenso en la escala social…”

“…solo dos de cada diez jóvenes de entre 18 a 25 años de edad de hogares pobres del país, con estudios universitarios, tiene un empleo de calidad o pleno…”

“…la educación dejó de ser un factor de movilidad  social porque no hay movilidad…”

“…aunque tengan un nivel educativo mayor, los de los hogares mas pobres tienen pocas oportunidades de aumentar el ingreso que perciben…”

“…lo que gana un joven de un hogar rico casi cuadruplica el ingreso de uno de un hogar pobre..” etc.

Hoy en día, en el imaginario social, se encuentran instaladas estas y muchas otras afirmaciones y creencias , que son ni mas ni menos que la más certera de las simbolizaciones de la precariedad interaccional en la cual nos encontramos insertos en la actualidad, pero yo me pregunto:

¿Qué sucede con aquel adolescente que no llega a percibir cierta contención familiar que le permita aunque  sea comenzar a transitar el camino de la mejor manera posible entre tantos tormentos? ¿cómo y de que manera podemos  percibir dicha problemática en un margen de la población como son los adolescentes en plena formación?

Al nacer el sujeto ya le está predeterminado todo un bagaje de significaciones, pertenecientes al lugar donde nace, la época, los medios de que dispone la familia, o sea todo lo referente al contexto en el que se encuentre, por lo tanto, el niño que nace en un entorno afectivo.

Un entorno en el que se lo considera como una persona desde sus primeros segundos de vida, un entorno próspero y abocados a la formación de ciudadanos compatibles con el resto del mundo , mas allá de sus gustos y preferencias, podemos afirmar que nos vamos a encontrar con un sujeto formado y estimulado a identificarse y comprometerse con los actores que lo rodean  y con un pensamiento de producción hacia el futuro.

Pero de lo contrario, si el universo en el que se encuentra el niño es falto de contención, de límites, si no hay un aprendizaje y aprehensión de la realidad y existencia de estructuras con sus bases asentadas en la confianza y el respeto mutuo con los demás, difícilmente dicho sujeto costee siquiera los bordes de la “normalidad” (normalidad como sujeto inserto en una sociedad con pautas y normas de funcionamiento).

Por lo tanto estaríamos comprometiéndonos a contemplar la salud mental del sujeto ya que la no identificación con el otro social como sujeto de necesidades que somos y seres humanos capaces de dar y recibir afecto, daría lugar a desencadenantes de diversas patologías en las cuales se vería prisionero al sujeto de las cuales es muy difícil salir.

Como así también llegaríamos a grandes desgracias, catástrofes o situaciones menores desagradables, tanto para el mismo sujeto como así también para el resto de las personas que lo rodean.

Muchas veces esta falta de contención y límites los vemos reflejados en el proceso de formación dentro de una institución educativa, por medio de actitudes no acordes a las normas que rigen dicha institución, por parte de los niños – adolescentes, pero lo que me resulto aún mas significativo es que la familia y la escuela han dejado de lado esta unión de potencialidades que se encontraban al servicio del alumno tanto de los docentes y directivos como también de la familia en si.

Desde hace mucho tiempo atrás se toma la institución Escuela como un deposito y no como un ámbito de desarrollo social en el cual seres humanos van formándose y que  parte de su interacción con el mundo va a estar regido en cierto modo por dicha experiencia.

Nos encontramos en situación de puja del poder entre padres de alumnos, y docentes y directivos, puesto que gran parte de dichas instituciones no cuentan con el apoyo de los padres, por el contrario, los alumnos adolescentes son estimulados, cada vez desde mas temprana edad, desde la autonomía de conducta y decisión, lo que es llevado por los adolescentes hasta las afirmaciones tales como “…hago lo que quiero pese a quien le pese”, “…..vos no sos nadie para decirme lo que tengo que hacer…”, etc.

Creo que muchos de los acontecimientos sucedidos en nuestro país, que ocuparon las primeras planas  de los periódicos y noticieros bajo el titulo “Violencia en la escuela”, fueron una suma de procesos desarmados que terminaron de armarse, confluyendo en un mismo punto en el cual han hecho explosión.

Por lo que se me siguen abriendo interrogantes como ¿qué obstáculos en la comunicación en el ámbito familiar se encuentran operando produciendo síntoma en los adolescentes con ciertos rasgos de conductas violentas?, ¿qué roles se asumen y adjudican dentro de los hogares que potencian u obstaculizan  la interacción de los adolescentes con sus pares de la misma edad? ¿qué aspectos transferenciáles entran en juego en el momento de manifestación del síntoma? ¿los docentes, se encuentran capacitados e instrumentados para saber que hacer ante situaciones de crisis?

La comunicación en el entorno familiar debe ocupar uno de los pilares fundamentales en cuanto a la formación del sujeto, que potencialice y brinde herramientas para una efectiva salida al mundo, en el cual va a verse reflejado, en el modo en el cual va a abordar situaciones y afrontar momentos de crisis (llámese crisis, a momentos intersubjetivos de una persona que se encuentra en situación de desequilibrio entre lo viejo que ya murió y lo nuevo aún no nació obstaculizando la coherencia entre el sentir el pensar y el hacer….).

El lograr una efectiva comunicación en todos los ordenes de la vida, sería lo fundante del respeto mutuo, consolidando la convivencia armónica  de los integrantes de la familia; todo esto va inscribiéndose en la historia familiar y así mismo formando estructuras que ven a moldear el interaccionar del sujeto con los otros sociales.

Teniendo como base los valores de una sociedad inserta en una cultura de significaciones sociales en la que cotidianamente se van poniendo en juego lo aprehendido, ratificando y rectificando aprendizajes en situaciones de vida y aspectos subjetivos de la persona.

Pero el conflicto estaría asomándose cuando no se puede dialectizar el pensamiento y contemplar la movilidad de estructuras facilitando así, un aprendizaje constante necesario que  permita al sujeto interactuar con los demás y verse reflejado en un entramado social vincular creando un sentido de pertenencia en el que la persona se sienta contenida y resguardada por dicha cultura.

Por Claudio Javier Maradei (Tec. en Comunicación social, Selector de Personal, Operador en Psicologia Social)

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