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Nuevos tratamientos personalizados en cáncer de pulmón

Los marcadores biológicos permiten personalizar el tipo de tratamiento a la necesidad del paciente, incrementándose así las posibilidades de curar o cronificar la enfermedad del cáncer de pulmón…


El cáncer de pulmón es la patología cancerígena con mayor mortalidad, tanto en
hombres como en mujeres. La etiología en la mayoría de los tumores es provocada
por el

hábito
de fumar tabaco, siendo la mejor forma de combatirlo la prevención de
tal hábito.


En los países en vía de desarrollo como el nuestro, no existen campañas de
prevención consistentes mientras que las tabacaleras gozan de amplio poder
político.

Argentina por ejemplo, es uno de los pocos países del mundo donde no
se firmó el acuerdo marco de la lucha anti-tabáquica.

La tasa de cáncer de
pulmón aumenta en forma constante en los países emergentes; de continuar así la
evolución, el

tabaquismo
se convertirá en una verdadera “epidemia” para el año 2050.


El tratamiento de la enfermedad, como en todas las patologías neoplásicas, debe
realizarse desde un enfoque multidisciplinario donde el clínico, patólogo,
biólogo, oncólogo, cirujano y radioterapeuta participen en conjunto en el diseño
de la estrategia para cada paciente.

Hoy en día conocemos ciertos marcadores
biológicos que nos permiten predecir cómo va a responder el paciente al
tratamiento y diseñarlo así a medida y en función a su necesidad.

La tasa de sobrevivencia en todos los estadios de cáncer de pulmón ha tenido un
aumento significativo. Recientemente se ha demostrado que el tratamiento de
adyuvancia en estadios iniciales aumenta en un 10 % la sobrevivencia, lo que
significa miles de pacientes que podrán controlar su enfermedad en forma
definitiva.

En los estados localmente avanzados e inoperables se obtienen largas
sobrevivencias y en el caso de los pacientes metastáticos, cada vez se consigue
más lograr la cronificación de la enfermedad.


Hoy por hoy, existen más de 100 nuevas drogas con novedosos mecanismos de ataque
a las células enfermas, sobre todo atacando blancos moleculares específicos.

Varias de estas drogas ya han sido aprobadas en el mundo en la práctica habitual
y han realizado un aporte fundamental en la lucha contra el cáncer.


El screening en grandes grupos de riesgo ha mostrado recientemente su utilidad.
Lamentablemente el riesgo es

fumar
y mientras perdamos la batalla de la prevención se trata de una lucha
desigual, muy a pesar de los grandes avances conseguidos.


Fuente:

www.aaoc.org.ar