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¿Tu hijo quiere trabajar en un fast-food?

Las cadenas de comidas rápidas son las principales reclutadoras de trabajo juvenil en gran parte de los países de Latinoamérica, por lo que puede que su hijo esté trabajando, o planificando hacerlo, en uno de sus locales. Aquí, algunas claves para ayudarlos en sus nuevas –y muy estresantes- tareas

Las cadenas de fast
food
(comidas rápidas) son los principales reclutadores de trabajo juvenil
en la mayoría de los países, superando incluso a las Fuerzas Armadas de estas
naciones.

 Por lo tanto, no sería
nada raro que su propio hijo se encuentre trabajando en uno de estos locales, en
medio de un ambiente que podría ser extremadamente estresante. De hecho existen
muchas demandas judiciales efectuadas por los trabajadores de estos locales a
las compañías más reconocidas, a causa de los problemas generados por tener que
servir a los clientes de una forma extremadamente puntual y eficiente.

 Muy posiblemente, usted
no tenga experiencia en este tipo de trabajo, totalmente relacionado con el
actual y moderno capitalismo salvaje que muchos de los países del mundo deben
enfrentar, pero no por eso quiera dejar de asistir a su inexperto hijo en sus
ansias por lograr un ingreso propio y una mínima independencia.

 De hecho, si no
preparamos y aconsejamos a nuestros hijos para determinarse a permanecer con
calma incluso bajo situaciones de presión, podría sucede que el mismo estrés que
ellos experimentan, pueda llegar a resultarles muy agotador y frustrante,
haciéndole perder el buscado trabajo. Tenga en cuenta que es posible lograr que
el estrés no supere a sus hijos, aunque esto lleva algún tiempo y esfuerzo.

 Asistiendo a su hijo

 

En primer lugar, lo más
importante será que le dé algunos consejos sobre un aspecto fundamental: la
actitud. Por más obvio que resulte esto, debe saber que la actitud parece ser
todo en un ambiente de trabajo de fast-food, ya que si no se tiene una
visión positiva del trabajo, el chico no será feliz haciéndolo, y por ende
tendrá aún más complicaciones en el mismo. Además, una mala actitud no sólo trae
más estrés sobre el trabajador mismo, sino también sobre la gente que trabaja
con él, lo cual podría empeorar la situación.


 
En este sentido, será
importante que le remarque a u hijo el hecho de que, en lo posible, no debería
llevar sus problemas al trabajo, o caso contrario no sería lo suficientemente
capaz de concentrarse completamente en la tarea, y por ende será más probable
que cometa errores. Explíquele que si no se concentra en sus tareas, esto hará
más estresante para él mismo, y para todo el grupo de trabajo, las labores que
se deban desarrollar.

 Hágale entender que si
tiene problemas relacionados con el trabajo, no debe dudar en comunicarlos a la
gerencia. Dígale que si no comunica a tiempo estos asuntos con la gente que esté
en lugar de corregir una determinada situación problemática, estos problemas
sólo causará frustración y problemas irresueltos, que repercutirán negativamente
en su desempeño.

 Los conflictos que se
produzcan con los colegas del trabajo, deberían ser tratados especialmente y con
sumo cuidado, y la gerencia debería ser responsable de cuidar de los mismos.
Aconséjele que no intente convertirse en mediador, ya que esto podría llegar a
ser una interminable fuente de tensión, si no es resuelto apropiadamente.

 Recuérdele siempre que la
comunicación es la clave para aminorar el estrés. Así, teniendo en cuenta que
uno de los principales trabajos de la gerencia es justamente ayudar a sus
empleados con sus problemas, los chicos no deberían tener miedo de hacer todas
las consultas, preguntas y sugerencias que consideren necesarias, por más
insignificantes que las consideren, ya que es mejor preguntar y actuar
correctamente, antes que correr el riesgo de causar un problema o perjudicarse a
sí mismos. También, deberían ser capaces de comunicarse efectivamente con sus
colegas, para hacer del ambiente de trabajo un ambiente más cálido y productivo.

 

En el caso de las cosas
les estén fallando, dígales que lo más importante será que mantengan siempre la
calma. A veces, darse cuenta de que se está estresado, podría ayudar a calmarse,
antes de perder la paciencia o se actuar  de una manera negativa.

 En este sentido, contar
hasta diez podría ser realmente de mucha ayuda. Aconséjele que, de ser posible,
se tome una interrupción o un recreo breve para calmarse. Para el caso que no
pueda marcharse de su lugar de trabajo, dígale que piense en cuestiones
agradables y relajantes, y se concentre especialmente en lograr el auto control.
De hecho, la auto disciplina es una de las herramientas más valiosas en un
ambiente de trabajo de fast-food.


 
Siempre existirá un
tiempo en que todos los empleados estarán más atareados y apresurados,
especialmente durante las horas pico, como por ejemplo las horas del almuerzo.
En estos momentos, es muy probable que el mismo estrés los haga sentir
agobiados.

 Por eso, su hijo debe
comprender que estos son también los momentos más importantes para esforzarse en
mantener su concentración y su focalización en las tareas. Dígale que se prepare
mentalmente planeando como encarará los momentos más estresantes de su trabajo,
con la cabeza fresca. Hágale entender que sus esfuerzos se recompensarán, ya que
su trabajo será mucho más fácil, y, probablemente, será reconocido por su
productividad.

 Explíquele que, como ser
humano, siempre estará sujeto a tener malos días, pero que eso no implica que
deba perder el auto control. El estrés, por más indeseable que sea, no tendría
por que ser perjudicial en un ambiente de trabajo de fast-food, si se lo
sabe manejar.

 Explíquele por último que
los pequeños pasos pueden hacer cambios grandes, por lo que no debería tener
miedo de comenzar trabajando de forma reservada, para, con el tiempo, ser capaz
de manejar todos los obstáculos de este tipo de trabajos. Por eso, la
concentración será clave para su desempeño, y el resultado se verá al final de
la jornada de trabajo.