Todos los equipos no
le quedan bien a todos los tipos de cuerpo. Alguna gente resulta absorbida por la
línea del cuello. Otras parecen como si fueran todo pecho.

Hay casos también en que parece como si de repente se hubieran agregado veinte
kilos al portador de cierta prenda, mientras que otros parecen altos y
desgarbados.

¿Le suena conocido?

¿Conviene buscarle variantes
a los estilos que mejor nos sientan o “buscar problemas” con estos escenarios
demasiado comunes?

Conozca los pros y contras de estos cinco populares estilos:

1.- Cuello
de tortuga (poleras)

Pros: es uno de los más
versátiles. El cuello de tortuga funciona maravillosamente solo o debajo de
remeras con cuello en V, chalecos o sacos. Dependiendo de la tela, pueden ser
usadas con todo, desde jeans a trajes para noche.

Contras: Es fundamental
usarlo apropiadamente. Si es demasiado flojo parece sucio y si es demasiado
apretado revela cada pliegue del estómago, bulto o rollo.

Además el doblez en el
cuello puede enrollarse y resultar incómodo para las personas con cuello corto y
grueso. Pruebe en cambio con un cuello de tortuga falso, o pase por alto la tela
en el cuello totalmente y opte por la línea del cuello descubierta.

2.- Manga
larga

Pros: Como el cuello de
tortuga, la manga larga puede ser usada sola o en conjunto con otras piezas.
Hágale un lugar de privilegio en su guardarropa y úsela con todo.

Contras: Cuidado con la
línea del cuello. Si tiene la cara redonda, cuello corto o busto grande, opte
por algo escotado o un escote en V, para alargar el cuello o minimizar el busto.
Si tiene un rostro oblongo, cuello largo o busto pequeño, opte por un cuello
abigarrado o con joyas, para acortarlo y agregar curvas.

3.- Tejido
de punto grueso (o lana)

Pros: Nada da un efecto
“cálido y tostado” como un pulóver de punto grueso. Usado sobre una camisola o
una prenda de manga larga, lo mantendrá cálido en los días de más frío.

Contras: Los tejidos gruesos
añaden volumen a su cuerpo, por lo que se los debe usar con cautela. Si estamos
excedidos de peso y se nota mucho en el torso, este estilo lo hará parecer aún
más pesado, particularmente si es un color claro. Probar con una prenda más
suave, de tejido más flexible.

Los pulóveres gruesos
también ocupan mucho lugar en el guardarropa. Si vamos a viajar y necesitamos
llevar un pulóver grueso, hagámoslo en el avión o en el auto, llevemos una
maleta más grande o lo mejor será olvidarse del asunto.

4.-
Capuchas

Pros: Fue un estilo muy
popular en los años 70 y están de regreso, ahora disponibles en variedad de
telas. La línea exagerada del cuello añade interés y atrae la atención hacia la
cara, y puede ser una alternativa a blusas y remeras golf cuando se usa con
trajes o debajo de las chaquetas.

Contras: Como consecuencia
del material extra que se sitúa justo en la garganta, este estilo puede ser algo
rechazado por las mujeres con cuellos cortos y gruesos. También llama la
atención hacia la línea del busto, lo que está bien si usted está modestamente
dotada pero la sobrecargará si sus dotes son más que generosas.

5.-
Conjuntos

Pros: El conjunto de pulóver
y cardigan es una combinación clásica que puede llevarse tanto en un parque de
diversiones como para ir a una ópera –y, justamente, a cualquier lugar que esté
entre estos dos– en gran estilo, dependiendo del tejido. Tenga unos pocos
conjuntos y úselos a menudo.

Contras: Es esencial que
este tipo de conjuntos nos calcen como un guante. No deben ser ni muy ajustados
ni muy sueltos, y la manga del cardigan debería cubrir la muñeca a menos que se
trate de una manga tres cuartos.

Además, mientras que el
cashmere y la angora pueden ser tejidos suntuosos para un conjunto, también
pueden generar problemas para los que sufren de alergias.

Una buena combinación puede
crear un aspecto fabuloso si se usa correctamente y es de estilo agradable y
lllevadero. Si estamos pensando en agregar un nuevo equipo a nuestro
guardarropas, lo mejor será elegir estilos que acentúen la figura, sacándole el
mejor provecho a estos consejos.

Una máxima posible a la hora
de ir de compras es “si no mejora como me veo, ¿para qué comprarlo?”.

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