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¿Qué hacer si tus hijos no se interesan por el dinero?

¿Qué pueden hacer los padres para crear las bases necesarias para que sus hijos tengan una sólida educación financiera?



La educación financiera es un tema que lamentablemente no figura en la mayoría
de los currículos de la educación tradicional. Si los padres desean preparar a
sus hijos en el área de las finanzas, tienen que hacerlo sin la ayuda de los
establecimientos educacionales.


Muchos padres ni siquiera están conscientes de éste gran vacío en la educación
de sus hijos y confían que aprenderán a manejar el dinero por su propia cuenta
cuando sean adultos.


Lamentablemente las estadísticas demuestran que esto no sucede automáticamente,
como nos gustaría asumir. Si nadie se preocupa de enseñarles, nuestros hijos
serán analfabetas en el área financiero.


Hoy en día el estado del endeudamiento juvenil es alarmante. Según una encuesta
del INJUV (Instituto Nacional de la Juventud), más de la mitad de los jóvenes
chilenos entre 15 y 29 años tiene deudas y el 57% de ellos está atrasado en los
pagos.


No es una cifra muy alentadora cuando de educación financiera se trata. La
necesidad de preparar a nuestros jóvenes para que puedan manejar el dinero con
éxito en su vida adulta, está a la vista.


Tienen que aprender a vivir de acuerdo a un presupuesto, tener el hábito de
ahorrar y deberían tener conocimientos básicos de inversión que les permitan
multiplicar sus recursos.


Sin embargo, aún los padres que están conscientes de ésta gran necesidad en la
educación de sus hijos, se ven enfrentados con otro obstáculo: la falta de
interés de sus hijos por los temas relacionados con el dinero.


¿Qué hacer si sus hijos no se interesan por las finanzas?


Muchos padres me escriben y me formulan ésta pregunta. Son padres que han
reconocido la importancia de fomentar las habilidades de manejo del dinero en
sus hijos, pero, en la práctica, no saben cómo hacerlo.


Las finanzas son un tema que parece ser poco atractivo para nuestros hijos.
Fuera de gastar el dinero en sus deleites, no parece merecer mayor dedicación de
tiempo.


Además el dinero, para muchos jóvenes idealistas, parece estar envuelto en una
nube misteriosa de maldad. Piensan que el dinero es la raíz de todos los males.
Ven un mundo corrupto manejado por adultos codiciosos y lo atribuyen al poder
maléfico del dinero.


Es en éste punto donde debería comenzar una sólida educación financiera. Los
padres pueden colocar un buen fundamento en la educación financiera de sus hijos
si les ayudan a relacionarse correctamente con él.


En la Biblia dice claramente que el AMOR al dinero es la raíz de todos lo males.


(1. Timoteo, 6:10)


Debe enseñarles a sus hijos que el dinero es una herramienta que puede ser usada
para bien o para mal. Además deben comprender que el dinero es más que un mal
necesario.

Es un recurso que puede brindarles mucha felicidad al permitirles un
bienestar económico que les dará la libertad de poder pasar más tiempo con su
familia, de dedicarse a lo que les apasiona y de hacer el bien.


Para despertar el interés por el dinero y su manejo adecuado en sus hijos, se
deben diferenciar dos etapas en la vida de sus hijos:


  • Antes de los 12 años


  • Después de los 12 años


Antes de los 12 años


Alrededor de los doce años la mayoría de los niños comienzan una transición
hacia el pensamiento abstracto, la identificación consigo mismos y la búsqueda
de sus propias verdades.


En otras palabras, dejan de ser niños.


La niñez es una etapa en la cual los padres deberían aprovechar de crear las
bases necesarias para que sus hijos tengan éxito en la vida.

El niño es 100%
receptivo a las enseñanzas de sus padres y adopta los principios de vida que le
son enseñados sin cuestionárselos.


En ésta etapa los padres pueden fomentar la educación financiera de sus hijos de
diversas formas:


1. Ser un buen modelo


Los niños aprenden mucho observando lo que hacemos. No basta con enseñarles la
teoría de una buena administración de recursos. Los padres pueden enseñarles
sobre ética de trabajo, ahorro, disciplina y rigor al compartir su vida con sus
hijos.


A medida que aparecen situaciones de la vida que requieren de la toma de
decisiones en el ámbito financiero, los padres pueden compartir sus experiencias
con ellos sin hacer un mayor esfuerzo de producir artificialmente una instancia
para enseñarles.

Así les estarán impartiendo conocimientos y habilidades que se
necesitan para resolver situaciones de la vida real.


2. Jugar juegos financieros juntos


Los niños aprenden jugando. Es la mejor manera de enseñarles acerca de cualquier
tema, inclusive las finazas. Hay diferentes juegos didácticos de excelente
calidad, como el "Monopoly" y el "Cashflow for Kids". Alrededor de los 8 años ya
pueden jugar "Cashflow 101", que es un excelente curso de contabilidad
disfrazado de juego.


3. Incentivarlos a ahorrar


Los niños, al igual que los adultos, tienen deseos insaciables. Si no aprenden a
ahorrar a una temprana edad, se transformarán en adultos que no saben
disciplinarse a la hora de gastar su dinero y serán presa fácil para las
instituciones financieras y sus tarjetas de crédito.


Enséñeles a sus hijos a siempre ahorrar una parte de su dinero. Adquirirán un
hábito valioso que los beneficiará durante toda su vida.


4. Incentivarlos a tener su pequeño negocio propio


Los niños son emprendedores
innatos. Su creatividad no tiene límites y les
fascina hacer algo que sea útil para los demás.

Nada mejor que instalar un
pequeño negocio, como el clásico puesto de las limonadas, venta de chocolates,
galletas, mermeladas, mascotas, etc.


Aprenderán importantes habilidades de venta, de mercadeo y de contabilidad.


5. Enséñeles a ser generosos


Uno de los mayores beneficios del dinero es que nos permite ayudar a otros.
También es la mejor forma de tener una relación sana con el dinero y de
resguardar el corazón de nuestros hijos de la codicia y de la avaricia. 


No es en vano que Jesús dijo: "Es más bienaventurado dar que recibir."

Enséñeles
a sus hijos a estar pendientes de las necesidades de otras personas que viven
alrededor suyo. Así se percatarán del tremendo poder que el dinero les da para
traer alegría a otras vidas.


Después de los 12 años


Con los hijos mayores hay que buscar métodos más creativos para llamar su
atención. En el caso nuestro, cuando nuestros hijos adolescentes no nos querían
escuchar, aparte de orar por ellos, tratábamos de adaptar lo que les queríamos
enseñar a su realidad.


Por ejemplo, si sus hijos quieren comprarse algo, recargar sus celulares, o
arrendar una película y le piden dinero, les puede poner límites (solo les paga
una película al mes, o les entrega "X" dinero por recarga de sus teléfonos
celulares).

Luego los puede incentivar a encontrar otras formas de ganarse el
dinero que les falta. Sus hijos mayores tienen que darse cuenta de que ellos
pueden ganarse el dinero para pagar por sus gastos.


Una vez que hayan entendido esto, se puede pasar a la próxima etapa: la de
invertir sus ingresos para crear fuentes de ingreso pasivo.

Los padres les
pueden enseñar a invertir en fondos mutuos en vez de simplemente abrir una
cuenta de ahorro con una ínfima tasa de interés.


¡Escucharán si han sudado la gota gorda ganando sus propios pesitos!


Por ejemplo, nuestro hijo comenzó a estudiar el mercado accionario así. Ganaba
dinero cortando pasto y le explicamos que, si sabía cómo invertir su dinero, iba
a poder generar el mismo dinero de 10 cortadas de pasto en un día invirtiendo en
acciones. Eso le hizo sentido y hoy en día está diligentemente estudiando el
mercado bursátil.


Otra cosa que los padres pueden hacer es ponerse a un nivel de "tú a tú" con sus
hijos y compartir los errores financieros que han cometido.

También es
importante que sepan cuales son las buenas decisiones que han tomado y lo que ha
significado para su vida familiar.


En la etapa adolescente de los hijos, muchas veces es mejor dejar de lado el rol
de padre controlador y adoptar una postura más humilde ante ellos, demostrando
que uno es tan humano como cualquier otra persona.


Es el tiempo oportuno de conversar sobre los errores que ha cometido en el
pasado, pedirles disculpas si es necesario y decirles que usted los ama y desea
que no sufran las consecuencias de no tener una educación financiera sólida.


Por Bettina Langerfeldt

http://EducacionParaElExito.com